La Parrilla del Pesca – Calidad constante (Torrelodones – M)

Ficha

La Parrilla del Pesca

Ctra. Hoyo de Manzanares 6 - Torrelodones Madrid 28250

Teléfono: 91.859.24.86

Tipo de cocina: Clásica evolucionada

Plato recomendado: Atentos a las sugerencias del día

Recomendación: Reservar, es imprescindible

Precio medio: 15-20€

4,6 (sobre 5,0)

Primero nació El Pesca, en los años 70 aproximadamente, donde la terraza por las noches en el verano estaba al completo, por su calidad, ambiente y buena atención. Ubicado en un chalet señorial, donde el mismo era el restaurante durante todo el año, especialmente en invierno. El resto, es decir el jardín del mismo, constituía la terraza. Como su propio nombre indica, la especialidad era el pescado, tanto platos consistentes (cogote de merluza, pescados a la sal, a la plancha,…) como alguna carne.

En la terraza además de poder solicitar los mismos platos de la Sala, se utilizaba más para compartir entre amigos, vecinos, familiares,… donde los calamares, boquerones fritos, pulpo, … y todos estos platos tan típicos de las mesas españolas eran los más solicitados. Al día de hoy, en el chalet de al lado, funciona lo que se denomina La Parrilla del Pesca, con una carta clarísima y cuatro apartados: Para Picar, Ensaladas y cremas, Carnes y Sugerencias diarias. Nosotros lo hemos celebrado a lo grande porque éramos nueve personas.

Cuando se va de picoteo os recomendamos, seguro que muchos lo hacéis ya, ordenar un poco el orden de llegada a la mesa de los platos, para no encontrarnos con todo a la vez. En los establecimientos profesionales como es el caso que nos ocupa, así lo proponen, pero en otros nos pueden sorprender. Nos llega un cestillo de pan consistente y una «tortilla brava», con un ligero toque picante que prepara para el resto de la comida.

Comenzamos por unas croquetas, de los dos tipos que figuran en la carta: Jamón y queso de roquefort. Siempre decimos que la croqueta es uno de los productos que indican la calidad de la cocina, pues intervienen muchos componentes, en este caso son muy correctas, cada una con un agradable sabor a su contenido, en un caso jamón y en el otro a queso. Ocho unidades en ambos casos.

No hemos dicho que tres de los comensales eran niños, por lo que las croquetas (unos buenos catadores de este producto) así como unos palitos de pollo con salsa barbacoa fueron pedidos especialmente por ellos, aunque los mayores también disfrutamos con los mismos, recién fritos y recién preparados.

Berenjenas fritas, siempre que las vemos en las cartas las pedimos, por una razón muy sencilla: a nosotros no nos salen bien, se nos quedan aceitosas y blandas. En este caso crujientes y sin que el aceite se haga notar. Unas setas empanadas con ali oli que aunque pierdan la textura suave de la seta están muy bien preparadas. Y hasta aquí como hemos dicho antes, la primera «ronda» de entradas, si bien llegaron espaciadas.

En las sugerencias del día hemos encontrado las parrochas, una joya marina que de buena calidad y preparada en una buena parrilla es un bocado delicioso, como así ha sido. Ocho piezas, bien preparadas (ni crudas ni secas, jugosísimas), que han hecho las delicias de los fans de este pescado y alguna nueva incorporación. Un pescado humilde pero un manjar.

Un plato de rabas, producto tierno y tamaño correcto, crujiente, con el que han disfrutado tanto mayores como pequeños. Nos ha recordado Cantabria, donde es uno de los platos más solicitados. Y terminamos con la segunda ronda, digamos que la de pescados, porque ahora seguimos con las carnes.

Decir que todas ellas han llegado con patatas fritas caseras y una salsa similar al chimichurri pero más ligera, pues son carnes más suaves. Secreto ibérico en su punto ideal y temperatura. Insistimos mucho en la temperatura de los platos porque no es lo mismo comer unas berenjenas fritas frías o una carne que en su punto correcto. En este caso carne de excelente calidad y como hemos dicho en su punto.

Las fotografías recogen las raciones en su tamaño real. Indicar que todos los platos de «Para Picar» que hemos tomado no llega ninguno a los 10 euros, sobrepasando dicho importe dos o tres, de más de la veintena que hay. Igualmente hemos tomado una entraña (un corte de carne muy sabroso y jugoso), acompañado con zanahorias a la brasa. Un plato muy recomendable, pues lo sirven troceado, al igual que el secreto ibérico. La mayoría de los platos están pensados para compartir.

Una atención correctísima, siempre atentos al cliente sin ser «pesados» y trato super agradable. Los precios muy correctos, el ambiente super agradable, en el interior del chalet con la piedra a la vista, uno de los salones con chimenea para el invierno, es decir, no hay excusa para no visitarlo y disfrutar de su mesa. Casi 50 años haciendo disfrutar a los clientes.

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