En un hotel apreciamos su ubicación (que esté cerca de las zonas a visitar y céntrico), que disponga de todos los servicios que nos faciliten la estancia (minibar, Wi-fi - muy importante al día de hoy -, salones cómodos, habitaciones confortables, buena atención, ... pero casi seguro que uno de los mejores recuerdos que vamos a tener es el desayuno.
Si cuando llegáis a esta cabaña lleváis unos días en Canadá seguro que habéis probado el jarabe o sirope de arce, un producto similar a la miel en textura pero que procede de dicho árbol. En esta cabaña (en realidad son dos), primeramente muestran el procedimiento actual de recogida del agua de arce (solamente un 3% de jarabe, el resto es agua). Con diversas fotografías y con maquetas del procedimiento (troncos del árbol en el que se hacen agujeros donde se inserta una manguera que conduce el líquido hasta el depósito). Posteriormente se procede a su cocción para evaporar el agua y dejarlo casi sólido al enfriarse, siendo su textura, como ya hemos dicho, a la miel.
En Quebec se respira un ambiente francés, los nombres de calles o parques, los jardines, restaurantes. Muchos de ellos son iguales que los nombres en Francia, lo decimos para reafirmar nuestra impresión, que por supuesto es muy positiva, pues las personas son muy agradables, atentas, muy educadas y con un alto nivel cultural normalmente. Todo ello para decir que hemos elegido para la cena un restaurante de cocina francesa, elegante, tranquilo, excelente servicio y unos platos sorprendentes.. Con una relación calidad/precio muy buena.
En pleno centro de Madrid un Huerto: El de Floren Domezain 
Ruta del arroz en Las Rozas (Madrid) 
Mahou nos trae a Madrid las mejores barras de España