Pues que otro nombre se le puede dar a este restaurante, con estas impresionantes vistas, en un día precioso, con una claridad y una luminosidad excepcionales. Y si además lo que ponen en la mesa está rico, ¿qué más podemos pedir?. Solamente queda disfrutar.
Algunas veces, al entrar en los establecimientos, parece que "molestamos", el camarero está enfadado, no tiene cambio, no le apetece poner el café, etc.