Mini Babybel, la merienda de los niños más divertida

Escrito por: Javier   @javivicente    29 abril 2014     2 minutos

¿Quién no se ha comido alguna vez un Mini Babybel? Incluso alguna vez la diversión de abrirlo superaba las ganas de comerlo. Por supuesto que esta tradición se ha ido heredando de padres a hijos, de un producto que apenas ha cambiado en su forma pero que se ha ido enriqueciendo con el tiempo. Su comodidad lo hacen perfecto para comer en cualquier situación, ya sea en el campo, en el autobús o en el parque, ya que no mancha.

También es una fuente ideal de calcio, con un 98% de leche que lo hacen muy sano y natural, aportando además vitaminas A y B12. ¿Y como lo puedes reconocer? Por su inconfundible envoltorio rojo de cera, con el que además los niños podrán jugar después de comérselo, gracias a su maleabilidad y limpieza, como nos enseñan en el vídeo.

Pero si no te apetece el típico e inconfundible Mini Babybel rojo, el de toda la vida, puedes seguir disfrutando lo mismo con sus otras tres variedades, con inconfundibles colores para distinguirlos mejor. Además, los niños podrán divertirse después variando de colores:

  • Light: el queso Edam de siempre pero pensado para los que quieren cuidar su línea.
  • Emmental: el sabor inconfundible del queso cremoso en color amarillo.
  • Cheddar: inglés por excelencia con un envoltorio morado.

La temperatura en la cocina es fundamental para el contraste de texturas en la cocina, como también lo es en los Mini Babybel. A temperatura ambiente, la cera que lo recubre se vuelve perfecta para dejar volar la imaginación y construir figuras de lo más variadas.


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