De verdad que ya llega el buen tiempo y con él la posibilidad de disfrutar de carne a la brasa, en una barbacoa adecuada y siempre con el cuidado de no provocar ningún fuego. Una vez encendida esperamos a que se consuman las llamas, cuando ya solamente quedan las brasas (madera de encina por ejemplo) depositamos la carne en la rejilla y ... para que os quiero contar, comienza el espectáculo.
Nos encantan los establecimientos con historia. La verdad es que desconocemos el origen de esta masía pero nos lo imaginamos y revivimos la vida en la misma, dedicada a los trabajos del campo y la ganadería. Al día de hoy, totalmente transformada es un restaurante de muy alta calidad, de un servicio eficaz y profesional y unos platos excelentes y todo ello a un precio muy razonable, siempre lo encontraréis con mucha clientela a pesar de tener una cabida, solamente en el salón principal, en torno a los 200 comensales, aunque no se percibe ruido ni agobio.
Partiendo de la base de que Lérida es la "patria" del caracol a la llauna (a la lata, recipiente en el que se sirven), siempre que vamos a esta provincia buscamos un restaurante que tenga caracoles, no nos importa comerlos hasta tres días seguidos, nos encantan y por eso lo hacemos. Hay muchas personas que son reacias a este tipo de producto, pero la verdad es que son exquisitos. Normalmente se toman con all i oli o con algún tipo de vinagreta, pero solos, sin nada, también están buenísimos.
Un mercadillo famoso en toda la isla, se celebra los miércoles, en una amplia plaza al pie de la iglesia que se encuentra en un alto por lo que es visible desde toda la población. Si vais en turismo, no os importe aparcarlo un poco alejado, todo está lleno, si vais en autocar (hemos visto más de una veintena de ellos), os dejarán a dos pasos del mercadillo, igual que si vais en tren de TIB (Transportes de las Islas Baleares).
La verdad es que este Mercado nos sorprende a diario, tanto por su gran éxito, sea la hora que sea hay muchas personas disfrutando del mismo, como por sus novedades. Pensamos que es un escenario que han elegido algunos productores para presentar sus creaciones y poder llegar más de cerca al público.
De camino por la N-230, en viaje al maravilloso Valle de Arán, podéis encontrar a la altura del km. 80 un restaurante donde lo primero que vais a percibir nada más descender del vehículo, un penetrante olor a carne asada. Una vez en el interior, amabilidad extraordinaria y unos platos caseros y abundantes.
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