
Con un alma clandestina nace este espacio gastronómico y de ocio, donde Le Cabrera abre un piso de diseño retro, donde se pueden celebrar eventos, catas, reuniones de amigos, ... todo ello oculto en la planta baja de un edificio de la calle Piamonte, donde no hay ninguna señal de carteles que anuncien su existencia. Su nombre es El Back.
En realidad no nos gusta esta fiesta, no la entendemos, tanta importación de costumbres extranjeras, sin ningún sentido para nosotros, donde una de las mayores diversiones es tirar huevos crudos por la calle, produciendo accidentes (son muy escurridizos), ensuciando las calles y no digamos los vehículos. No intentar poner el limpiaparabrisas si ha caído alguno porque no se verá absolutamente nada, no podrá conducir. Pero es nuestra opinión, hay telarañas, brujas y otras decoraciones igualmente desagradables en los grandes almacenes, en las grandes superficies, debe ser que se vende mucho. Si preguntamos a alguien que participe en la fiesta que por qué va vestido así o por qué lleva una calabaza, seguro que no sabe lo que contestar. Las calabazas son para elaborar cabello de angel y rellenar torteles, ensaimadas, buñuelos de viento, etc.
En esta bella población del Peñón de Ifach, como complemento a las diversas opciones de que dispone este magnífico hotel (spa, gimnasio, piscina con vistas al Mediterráneo, restaurante gourmet, ...), la última incorporación ha sido esta champanería o bar de champán, situado sobre la piscina al aire libre y con unas maravillosas vistas a la Playa del Arenal, el Paseo Marítimo y el propio Peñon de Ifach.
El Hotel Mercure te ofrece celebrar tu boda en el cielo de Madrid. Porque muchas bodas comienzan la víspera del gran día, con una pequeña fiesta, la pre-boda. Para quienes buscan algo original y único, Las Cuevas de Sandó son el espacio ideal. A tan sólo 50 metros de la recepción y bajando unas escaleras se encuentra esta coctelería con más de 5 siglos de historia donde la diversión está asegurada. Otra opción es ir a las alturas, concretamente al salón Mirador, con vistas al Madrid de los Austrias, y con capacidad para 60 personas. Es decir, excelente para una pequeña recepción y hacer algo más informal tipo cóctel, con los invitados de pie.