Hace años que abrió con todo éxito, después ha pasado unos meses en que aparentemente no terminaba de convencer y tuvo una ligera recaida, si bien al día de hoy ha vuelto a la posición que ocupaba: Buena carta, buen producto y un buen menú para disfrutar en una de las calles céntricas, pero alejadas del bullicio.
Cuando uno descubre un establecimiento donde tienen respeto por el producto, lo tratan bien, lo elaboran con maestría y a un precio razonable nos quitamos el sombrero, como dirían los franceses "chapeau". En plena Casa de Campo, ocupando el pabellón de Cáceres de la antigua Feria del Campo de Madrid y ahora denominado Palacio de la Misión.
Nos habían hablado bien de ellas, que por qué vas a estar toda la mañana cocinando, que por qué cada vez te sale de una forma, que por qué pasas el día anterior comprando los ingredientes frescos, que por qué... y nos pusimos manos a la obra, porque no hay mejor prueba que la práctica, así que conseguimos las tres especialidades que tienen al día de hoy (verduras pollo y conejo, de Marisco y a banda).
Seguro que añorais, sobre todo en estas fechas invernales, la exquisita fabada de La Máquina de Lugones de Madrid, donde Luis Gómez dedicó su pasión y buen hacer a la dirección de dicho establecimiento. Una persona que lleva cuatro décadas dedicado a la hostelería en algunos de los mejores establecimientos de Madrid y Londres.
El mayor universo de Pata Negra, los cuatro ases de la baraja, las cuatro denominaciones de origen que existen en España para distinguir los jamones de la calidad más alta, se dan cita en Madrid del 31 de Octubre al 3 de Noviembre. Una carpa montada en la bella y céntrica Plaza Mayor acoge esta Feria, de acceso libre y donde por 8 euros se puede degustar un plato de jamón de esta excelente clase.
En la zona más castiza de Madrid, el Barrio de Chamberí, se encuentra este restaurante que nos ha sorprendido después de las vacaciones veraniegas con unos aperitivos de calidad, como decimos nosotros "trabajados". Nada de las patatas fritas de abrir la bolsa, nada de aceitunas de abrir la lata, aquí sirven patatas revolconas, paella, picadillo con huevo y muchas cosas más.
Hace unos días escribíamos sobre el viaje que habíamos efectuado al Puerto de Palos que titulábamos "Descubriendo las fuentes de El Caldero", el restaurante de Madrid, típico murciano. Una de las comidas que realizamos durante el referido viaje fue en un lugar de esos que uno recuerda toda la vida, porque son un oasis de tranquilidad, alejados "del mundanal ruido", con amplios espacios para aparcar y donde nos vamos a sentir como en casa, con todas las comoididades y una atención fuera de serie.
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En pleno centro de Madrid un Huerto: El de Floren Domezain