YUPPIES EN LA COCINA

YUPPIES EN LA COCINA

Escrito por: Equipo    30 mayo 2008     4 minutos

Nosotros no vamos a ser menos, no hemos entrevistado a Santi Santamaría, no hemos ido a ruedas de prensa, no hemos visto como los cocineros salían a sartenazos (me encanta esta palabra), simplemente queremos dar nuestra siempre humilde opinión sobre lo que se cuece en los «fogones».

En primer lugar decir que ha surgido el tema precisamente en la presentación de un libro. ¿Casualidad? ¿Oportunismo?. No sabemos, somos buenas personas y creemos que ha sido casualidad, que no tiene nada que ver con la promoción del mismo.

Por otro lado, se dice que «quien se pica, ajos come». En este caso el glutamato monosódico, la metilcelulosa o leticina de soja (siempre me costó muchísimo aprobar la química en el bachillerato). Pero yo creo que suena mejor la palabra foie, jamón, merluza, queso, etc., que glutamato… metil…

Toda la prensa se ha hecho eco de la noticia, hemos visto titulares en periódicos de tirada nacional como «Compañeros ¿por qué os ponéis nerviosos?» o «Los cocineros no se tragan» o «El chef que cocinó a sus compañeros».

Nuestro genial Forges, en un chiste que publicó hace tiempo ya hace mención, de pasada, sobre la nueva cocina, que con su peculiar y extraordinaria forma de ver las cosas y resumir en dos frases los que otros necesitan varias páginas, nos ofrecía el chiste que figura a continuación.

forges

¿A qué me recuerda todo esto?. Pues a los yuppies que llegaron al mundo de las finanzas a finales de los 80 y principios de los 90. Comenzaron a ganar grandes sueldos, se creyeron los amos del mundo, las empresas creían que habían conseguido los grandes fichajes, las lumbreras, los cazatalentos no daban abasto pero… Todo funcionaba así porque todo iba bien. Cuando llegó la crisis todo se derrumbó, los yuppies (salvo excepciones) perdieron su empleo debido a las elevadas perdidas que causaron a sus empresas. Es decir, se derrumbó todo el sistema.

Yo entiendo, que en la industria automovilística, por ejemplo, se diseña un coche, se desarrolla la cadena de montaje y a partir de ahí, voilá, todos los coches son iguales.

Pero en el cocina, es el día a día, hay que ver que los platos son iguales a los de ayer, hechos a mano, día a día, pero no, nuestras estrellas nunca están en la cocina. Están viajando, presentando, abriendo locales, asesorando a empresas, escribiendo libros, ¿De dónde sacan el tiempo?. Pues creo que deben de pisar muy poquito la cocina.

Si pisan muy poquito la cocina, ¿quiénes son los cocineros, ellos que llevan el nombre o los que se han quedado preparando los platos?.

Creemos que todo debe volver a su cauce, el cocinero a los fogones, utilizando productos naturales ya que para tener aditivos, conservantes y demás agregados están los platos preparados, a un valor infinitamente menor al que se paga en los establecimientos de las estrellas.

menu

Si es por snobismo y porque está de moda, dejémosles que disfruten y que lo paguen. En estos restaurantes donde un menú cuesta en torno a los 150 euros sin IVA, sin vino, sin café, sin pan, sin postre, etc., ¿quién puede pagarlo? entiendo que solamente las empresas, con cargo al beneficio de los accionistas.

No queremos citar nombres, pero recientemente un diario de tirada nacional regaló un libro de cocina, el primero de la colección, escritos por los «genios» de la cocina. Una de las recetas era :

mejillones

Interpretamos la receta : Dice poco más o menos que se compren dos latas de mejillones, que nos quedemos sólo con el caldo, compremos un kilo de mejillones en la pescadería, lo cocemos, lo limpiamos, lo ponemos en el caldo que hemos guardado de las latas y … la gran receta conseguida. De verdad, me hubiera gustado más que me dijera como se hace la salsa de los mejillones, pero los genios son así.

Anécdota : Hace unos días invitamos a comer a una persona con la que teníamos un compromiso, antes de que surgiera todo este lío. Fuímos a un restaurante de una estrella Michelín. Al final de la comida nos dijo «No sé lo que voy a decir a mi mujer cuando me pregunte lo que he comido». Sin comentarios.


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