Un hotel de 4 estrellas a escasos minutos de la Plaza Mayor de Trujillo y del Castillo. En una zona tranquila y con habitaciones amplias y cómodas. En nuestro caso consistió en una habitación abuhardillada. Un mini-bar con las ofertas normales y unos precios adecuados. Pero hablemos del desayuno, además de algunas zonas del hotel que es un antiguo convento del siglo XVI hoy completamente renovado. El claustro es un elegante y luminoso restaurante al aire libre y cafetería, siendo la capilla el actual restaurante y zona de eventos.
...Y pasarlo, y acabarlo,... Una maravilla que hay que conocer y disfrutar. Nosotros ya llevamos varios años disfrutando de unas ofertas que ofrecen en temporada baja, que incluyen alojamiento, desayuno y una sesión diaria en el balneario. Proporcionan zapatillas y albornoz, por lo que es posible bajar desde la habitación directamente al balneario ya preparado. Advertimos de lo de temporada baja porque en otras épocas los precios y las condiciones son diferentes.
Existen varios, hemos visitado algunos de ellos, pero la carta, la atención y la calidad son siempre las mismas, pues sin querer ser "innovadores", están a la última en temas de productos de mercado, siendo uno de los establecimientos donde se puede degustar los primeros productos de temporada. Si es tiempo de setas, preparan la temporada, si es tiempo de calçots, pues también. Es decir, comida de mercado a un precio muy asequible.
Seguro que ya habéis estado en alguna comida o cena en este espectacular restaurante, en el que de alguna manera, los platos que preparan, aunque exquisitos, son un complemento de la estupenda vista que se disfruta desde el mismo.