La Tía Feli, Taberna castiza con toques andaluces (Madrid)
Cuando uno de los pilares de un establecimiento es la calidad se reconoce. De hecho este es el tercer local que se apertura, a la altura de Cuzco, después del éxito obtenido en el de Ponzano y Ronda de Segovia. Los autores del mismo son los hermanos Aarón y Masala Guerrero. Estas tres tabernas «castizoandaluzas» están integradas en el Grupo Mimosa.
Aarón y Mesala comparten algo más que los apellidos y unos cuantos negocios bajo el abrigo del Grupo Mimosa: el amor por la gastronomía. Para muestra, La Tía Feli , la exitosa taberna ‘castizoandaluza’ urbana, que acaba de inaugurar su tercera dirección en el barrio de Chamartín. La primera llegó en 2017, y desde entonces, su oferta sencilla pero divertida, de calidad y elaborada con gusto, se ha ido ganando un hueco entre los imprescindibles de los madrileños. El recién llegado tiene un aire más moderno que sus predecesores, tanto en carta como en la decoración, pero mantiene la misma esencia.
En la propuesta gastro, común a todos los espacios -terraza, barra y salón inferior-, no faltan clásicos como La Gilda, Salmorejo del Califato, una Ensaladilla de bonito, el elegante Matrimonio de ‘La Malaje’; una sección propia para los tomates, con frutos de El Colmado -negocio que también forma parte del Grupo Mimosa-; otra de frituras bien hechas donde encontramos esas típicas Pavías de bacalao y mahonesa de ajo asado, el tradicional Flamenquín cordobés, o su versión del norte, El Cachopito, unas riquísimas Croquetas cremosas de jamón ibérico y de chipirón en su tinta… …
Hay un apartado para los amantes de las chacinas -con quesos y embutidos nacionales e internacionales- y el laterío de calidad; unos molletes que quitan el ‘sentío’: de sobrasada con queso curado y miel de romero, de chicharrón de Cádiz y tomate o del tan de moda pastrami. Muchos de ellos ya conocidos por los fans de La Tía Feli, pero además, aquí hay platos nuevos como sus Callos de Madrid picantitos o el Taco pulled pork.
Y este local también está preparado para el glamour o para quien quiera darse un capricho especial con su Caviar Amur Beluga y una copa de champagne. Los más sibaritas se codean aquí con quienes no abandonan el vermú, unas cañas bien tiradas, y aquellos que disfrutan eligiendo alguno de los vinos de su extensa y variada carta, con blancos, tintos, un rosado y buena selección de generosos, casi todos nacionales -salvo alguno francés, italiano y alemán- y muchos de ellos por copas.
Hablando de copas… plan ineludible después de haber comido de lujo: ¡el tardeo!, estirar la tarde con ellas o alguno de sus cócteles, porque el espacio invita a quedarse, ya sea en su amplia terraza, la zona que rodea la luminosa barra, tras el gran ventanal, o la planta baja, en la que cada puerta de la bodega, llena de leds, parece tener un astro dentro. En la cuidada decoración ha intervenido MRGO Arquitectos, creando un ambiente de lo más acogedor y moderno sin olvidarse de mantener la esencia tabernaria que caracteriza a los negocios de la firma.
La Tía Feli recién llegada a Chamartín tiene capacidad para unas 20 personas en la zona de barra, 24 sentadas en la planta de abajo y 40 en las 14 mesas altas y bajas y los barriles de la terraza. Abre de 12:00 a 2:00 h. -viernes y sábados hasta las 2:30 horas- ininterrumpidamente de lunes a domingo. La cocina de 13:00 a 16:00 y de 20:00 a 23:30 h., aunque en cualquier momento se puede pedir una ensaladilla, unos quesos, una gilda…
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