Casa d’a Troya cumple 50 años (Madrid)
Es muy difícil que un establecimiento llegue a cumplir los 50 años a no ser que mantenga la excelente calidad en los productos que sirve así como en su elaboración, no sencilla ni simple sino simplemente elaborando los productos con lo necesario, sin necesidad de agregar mayores ingredientes, así el pulpo a la gallega lleva aceite, pimentón y sal. Por cierto un pulpo de altísima calidad, exquisito, sorprendente, como hacía mucho tiempo que no lo comíamos ¿quizás la última vez en el antiguo establecimiento del Barrio de la Concepción?. Porque Casa d’a Troya llega a Madrid en 1966, pasa 25 años en el Barrio de la Concepción y en 1991 se traslada al Barrio de San Juan Bautista, ubicación actual.
Pero no nacen en Madrid, provienen de Santiago de Compostela, donde en la casa de comidas «La Carballinesa» comienzan su andadura, pasando a Madrid en la fecha referida. Actualmente el restaurante celebra sus bodas de oro cuando la cuarta generación de la familia Vila –Rafael, Valentín y Gema- ha tomado los mandos de un proyecto familiar que comenzó su andadura en 1966 y que al día de hoy mantiene su esencia: ofrecer la mejor cocina tradicional gallega siendo referente de la misma en Madrid. Hemos disfrutado de un menú que recorre los platos más representativos de esta casa.
Son platos para compartir que han servido emplatados individualmente, excepto la merluza a la gallega que es una ración completa lo que se muestra. Hay muchos más platos en la carta. En el apartado de mariscos (todos ellos llegados directamente de pequeños y selectivos proveedores gallegos), que desde las almejas a las zamburiñas, pasando por el buey de mar, los camarones, percebes,…) nos harán disfrutar de estas especialidades. En las Entradas Pulpo a la gallega, lacón, varios revueltos y ensaladas,… Los pescados (merluza, rodaballo, lamprea en temporada,…) Las Carnes (Lacón con grelos, solomillo, entrecot,…) y en los postres, todos caseros (tarta de Santiago, leche frita, helados,…). Si queréis disfrutar en Grupo, los menús a mesa completa se pueden obtener desde 30 a 65 euros. Pasamos a mostrar las maravillas culinarias de las que hemos disfrutado en este menú que denominamos «Bodas de oro»:
¡Qué mejor forma de comenzar esta cena con el pulpo a Feira! Extraordinario, excepcional, en su punto de textura, sabor y temperatura. Producto de excelente calidad y maravillosa ejecución. No menos sabrosa la empanada de berberechos (cada día varía el relleno, puede ser de zamburiñas, vieiras, bonito, carne, …) hasta siete especialidades, en este caso berberechos como hemos indicado, pasta y resto del relleno igual en todos los casos. Siempre en base a productos frescos (vieiras recién eliminada la concha al igual que las zamburiñas, carne recién cortada,…). Buen producto y esmerada elaboración, Se nota mucho cariño en todos los platos, el cliente lo percibe al consumirlo.
Y llega la estrella de la noche en mi caso particular, todo merece un 10, pero en este caso merece un 12 o como dicen los modernos «para ponerle un piso», se trata del salpicón de bogavante. No tenemos palabras para describirlo, delicioso, sin que le falte ni le sobre nada. Es una de las muchas razones por las que regresar a disfrutar de esta mesa lo más rápidamente posible.
Un clásico que parece muy fácil de elaborar pero es muy difícil de conseguir el punto, la merluza a la gallega. Intentar hacerlo en casa, o eres un gran cocinillas o no sale. En este caso excepcional el producto, excepcional la elaboración y excepcional el punto de cocción de todos los elementos que componen este plato. La ración es muy grande para el tipo de menú, aunque no sobró mucho en los platos, como se diría «se come sola».
Y terminamos la ronda de platos «salados» con un lacón con grelos. Llega al final del todo y cuando está uno más que satisfecho, pero como ocurre con el resto de platos está tan apetecible desde la patata al chorizo, desde el lacón a los grelos y todo el conjunto en general que sin hacer ningún esfuerzo, seamos sinceros, damos buena cuenta del plato que pone un broche de platino a esta selecta cena. Pero no es el final, quedan los postres.
No hacemos ninguna pregunta sobre qué pensáis que será el postre porque lo adivináis rápidamente. Pues así es, una maravillosa tarta de Santiago donde se mastica la almendra, jugosa, recién hecha y sin exceso de azúcar, todo productos naturales. Y una no menos espectacular leche frita. Bien presentada, suave por el interior, deliciosa en boca y que en este caso, sí que dió por finalizado este festín con productos gallegos elaborados por expertas manos.
Los vinos degustados fueron en los primeros platos dos blancos: Cunqueiro III Milenium (D.O.Ribeiro), Viña Godeval (D.O.Valdeorras) y un vino tinto Don Bernardino (D.O. Ribeira Sacra). Todos ellos armonizando perfectamente con los platos ofrecidos y que fueron servidos a temperatura correcta. Una bodega bien surtida de vinos espumosos, blancos con varias denominaciones de origen, rosados y al menos una veintena de referencias de vinos tintos de excelentes añadas en todos los casos. ¡Qué buen recuerdo dejan estas cenas (o comidas) donde se disfruta desde el principio hasta el final!
Esperemos que nuestros nietos sigan disfrutando dentro de otros 50 años de esta cocina, que no debe perder los valores dejándose influenciar por los cantos de sirena de la nueva cocina, de la que se pueden adoptar algunos aspectos, pero la base, el buen producto y una elaboración simple pero magistral sigan siendo una constante. Felicidades a la cuarta generación formada por Gema, Valentín y Rafa, quienes continúan basando su labor en tres pilares: respeto a la tradición, calidad y honradez en el precio.
Tres jamones #empanada gallega #leche-frita #merluza a la gallega #pulpo a feira #salpicon de bogavante #tarta-de-santiago
2 comentarios
Pues parece que fué ayer. Me encanta este restaurante. Un placer en la mesa¡¡¡Felicicidades!!!
La verdad es que es una delicia este restaurante. El trato, la profesionalidad, una materia prima excelente y una elaboración donde se pone mucho cariño.