PLAZA 66 ( MADRID )
Un rincón en pleno centro financiero, pleno centro político y también pleno centro judicial. El antiguo café Verona cambió el nombre por el de Plaza 66.
Aunque es un restaurante de cocina mediterránea, nosotros preferimos su parte matinal, es decir, dedicada a los desayunos y cafés.
Un lugar que dispone de dos plantas, la superior, a nivel de calle, es para fumadores. La inferior, bajando unas escaleras, para los no fumadores.
La relación calidad/precio es perfecta, ya que un café «con aperitivo» de un mini croisant, tiene un costo de 1,25 euros en mesa. Si deseamos un desayuno (de 7,30 a 12,30), podremos degustar un café, infusión, cola-cao, refresco, cerveza, agua mineral o zumo de naranja acompañado de pan tostado (payés, barrita o pan de molde) con tomate y aceite o mantequilla o mermelada por 1,85 euros, igualmente en mesa. Si es con bollería 1,90 euros. Todo ello también acompañado por el «aperitivo» del mini croisant.
Si preferís «salado», podéis elegir entre un surtido de bocatines fríos o calientes, con las mismas bebidas, a un precio de 2,20 los fríos o 2,35 los calientes. Con sandwich mixto o vegetal también 2,20 euros.
Todo ello en un ambiente agradable, un servicio que generalmente atiende rápido y bien en una zona céntrica y que por lo general, siempre hay mesas libres, ya que es personal de oficinas y debe volver al trabajo.
Un buen local, muy recomendable, donde seguro que si probáis vais a repetir, pues en la zona es de los mejores.
Plaza 66, café Verona para los clásicos, se encuentra en la calle Génova nº 11. 28004 Madrid. Tel.: 91.310.28.48.
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El tiempo de espera, una eternidad. El trato nefasto, el servicio un desastre. Te sirven la comida y al ratazo te traen el pan, sin la bebida, la cual tienes que pedir en varias ocasiones. Se cofunden con los platos que has pedido, y digo bien lo de platos, porque la comida que hay en ellos es tan escasa que apenas se ve. Te meten prisa para que termines y asi volver a ocupar tu mesa. La cuenta la traen sin haberla pedido, junto con el postre y cuando aun estas en los segundos platos. Ah!! Y como se te ocurra hablar con el “encargado” encima de ser un mal educado, prepotente, insiste en que no tienen la culpa ya que “son errores humanos al igual que tu no eres perfecto”, ellos tampoco (palabras textuales)
Mi recomendación, por el precio que cuesta, que tampoco es de los mas baratos, hay sitios infinitamente mejores
Atmo, lo sentimos. En cualquier caso nosotros lo hemos tratado como desayuno o por la mañana, que puede ser diferente. Nunca hemos comido. La verdad es que ir a un sitio en que no te sientes «bien recibido», mejor no ir.
Nosotros llegamos a comer a las 15.45 y debían cerrar la cocina a las 16, nos dieron de comer como a los pavos, con el primero aún en la mesa nos trajeron el segundo y con el segundo el postre y sin terminar el postre la cuenta. Al final nos dijeron que no tuvieramos prisa mientras un camarero estaba a nuestro lado con un cubo y una fregona esperando a que nos fuéramos. Lamentable. Una pena porque la comida no es mala y el precio no está mal. Pero así no se disfruta.