
En tiempo frío o para los amantes de la cocina clásica el plato típico es el cocido madrileño, especialmente en Madrid y Castilla y León, donde hay casas especializadas, como es el presente caso, en que solamente se sirven cocidos. Un cocido que se degusta en tres vuelcos y que está desagrasado, pues los caldos se preparan el día anterior para llevar a cabo dicha acción.
Un concurso en el que los clientes de 53 establecimientos que competían por ser elegidos como la mejor terraza de Madrid ha elegido a esta reformada terraza que sigue con una propuesta gastronómica tradicional fiel a su clientela. Organizada por la Asociación de Hostelería de Madrid La Viña y con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid y el Grupo Mahou San Miguel.
En esta época lo oportuno es disfrutar de un plato consistente, que ha sido durante muchos años el alimento diario en muchas familias, pues se preparaba con productos propios (los productos del cerdo con la matanza, las hortalizas y verduras del propio huerto, ...). Al día de hoy es casi un plato de lujo, no por el precio, sino porque se prepara aprovechando todas las técnicas de cocina actuales. Se trata de: El cocido madrileño.
Un restaurante que ha recibido varios premios gastronómicos, siempre colaborando en todos los eventos que se celebran en Madrid y además con una cocina típica regional y donde los platos clásicos (torreznos, patatas revolconas, cochinillo asado, ensaladilla rusa, bocadillo de calamares, el cocido madrileño, el potaje de vigilia, ...) así una lista casi interminable de platos con sabor, elaborados con productos de primera calidad y una atención excelente y correcta.
Porque se reúnen dos características muy importantes en la gastronomía de toda la vida, sobre todo en una zona donde se atiende a clientes de todas las nacionalidades y sobre todo de Madrid, visitantes y residentes son bien recibidos con platos que se elaboran con recetas tracionales y al que se le han dado unos toques de evolución para adaptarse a las nuevas tendencias que demandan los clientes.
Dicen que es un invento francés de hace 2 siglos, si bien la mayor evolución ha sido desarrollada por la cocina española, por lo que en algunos libros o recetarios encontraremos que el origen de la misma es español. A decir verdad es un plato, aperitivo o entrante de lo más atractivo. En cualquier reunión o mesa siempre aparecen las croquetas, de múltiples formas (cuadradas, alargadas, más anchas, grandes, pequeñas,...) y por supuesto de múltiples contenidos (jamón, boletus, gambas, queso,...) a cada cual más rico y sabroso.
Llegando el frío los restaurantes y establecimientos de hostelería modifican sus cartas para adaptarse a los platos más invernales con sus productos de temporada. Así nos llegan los platos de caza, de setas y hongos y por supuesto los platos de cuchara y contundentes, como es el cocido madrileño, que se sirve en dos o tres vuelcos, en este caso es de tres pero si se desea en dos se puede solicitar y no hay ningún problema.
Siempre los productos a la brasa nos atraen, son muy naturales, conservan toda su calidad y además están excelentes, pues los vamos a saborear con gusto. Si a todo ello añadimos una excelente relación calidad/precio así como un buen servicio, habremos conseguido quedarnos completamente satisfechos en este nuevo y acogedor restaurante.
Madrid está de moda por muchos motivos, uno de ellos es la gastronomía y en concreto el tapeo, siempre tenemos una tapa distinguida con nuestra bebida preferida. Pero a veces vamos a más, porque se organizan rutas de tapas donde los establecimientos participan con toda la ilusión presentando su tapa "soñada". Esta mañana ha sido presentada en el restaurante Los Galayos de Madrid Devoratapas Tapas castizas. Joaquín Felipe, del restaurante Aspen, apadrina esta ruta de la tapa.