
Hay dos grupos de personas que esperan con ilusión cada año la llegada del otoño. Uno de ellos por la apertura de la veda para dedicarse a una de sus aficiones favoritas, la caza. El otro grupo es el de los denominados seteros, aficionados a recorrer los campos, los bosques, los pinares o cualquier paraje, generalmente conocido, para recoger estas joyas de la naturaleza que son las setas y hongos.
En ocasiones recibimos una noticia que nos habla de cosas ricas que no habíamos conocido hasta la fecha, tan cercanas que parece mentira que no lo hubiéramos descubierto previamente. En este caso nos ha pasado con unos quesos, frescos, tradicionales, pero elaborados con todo el cariño al que nos tiene acostumbrados quesos Angulo. En este caso tres quesos diferentes en componentes pero iguales en calidad y elaboración: De la Sierra (leche de cabra), De la Llanura (leche de vaca) y De los Pastos (leche de vaca).
En el Delta del Ebro se encuentra esta maravillosa ¿factoría, artesanía,...?, en realidad no encontramos una palabra que pueda recoger estas delicias acuáticas (viven entre el mar y los ríos). Se trata de las anguilas, si bien en esta empresa también comercializan angulas no las hemos utilizado, por lo que hablaremos solamente de las anguilas. En este caso en cuatro versiones: Anguila ahumada entera, anguila fresca eviscerada, anguila fresca fileteada y ahumada desmigado.
Es una broma lo del título pero no nos extrañaría porque en el restaurante Rodilla de la Puerta del Sol (frente a la estatua del oso y el madroño), se ha presentado la nueva ensalada Gourmet que con base de productos Florette se elabora exclusivamente en los 133 restaurantes de Rodilla. Siempre con la idea de ofrecer a sus clientes una alimentación saludable fuera de casa. La presentación ha contado con la presencia de Miguel Angel Muñoz, actor y amante de la vida saludable. Una ensalada diseñada por Bárbara Buenache, presidenta de la Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid (Acyre).
Un restaurante situado en el Parque Natural de la caída o catarata de Montmorency, donde se celebran todo tipo de eventos por la belleza de su paisaje y el atractivo de su gran cascada, de altura superior a las cataratas del Niágara, aunque de menor tamaño y volumen de agua. Desde el restaurante hay un camino que lleva hasta el puente sobre la misma, donde se divisa en toda su magnitud la caída. En invierno tiene un doble atractivo, pues se hiela y se puede escalar. Pero eso queda para los más valientes.