
Porque cuando llegan las fiestas de San Isidro es costumbre celebrarlo con platos especiales y postres elaborados para la ocasión ¿Quién no ha oído hablar de las rosquillas del Santo?. También los gatos (aquellos con más de tres generaciones madrileñas), las chulapas y los chulapos se dan cita en lugares que les traen buenos recuerdos donde compran o disfrutan de los productos típicos de las fiestas. El Mercado de Vallehermoso es uno de sus preferidos.
Según se puede comprobar todas las fiestas religiosas tienen como acompañamiento típico alguno o varios dulces o productos de bollería. Hace pocos días publicábamos la llegada del Garrote del Santo, un pan artesano elaborado con masa madre ideal para llevar a la pradera de San Isidro para acompañar la comida o merienda. Hoy nos llga otro producto, el Roscón de San Isidro.
No es que acabe de llegar, lleva algunos años porque su especialidad es el asado castellano, como bien se puede comprobar (tiene varios establecimientos, hemos visitado el de la calle Londres). Cada región española tiene sus especialidades, en el caso de Castilla es el asado. Bien sea el lechazo, bien el cochinillo, en horno de leña, a fuego lento, con materia prima de primera clase y con certificado de garantía. El resto, buen maestro asador y buen apetito.