De tapas por Galicia – nuestra experiencia
Hace tiempo publicábamos que en las principales ciudades gallegas se iba a celebrar un concurso de tapas en cada una de ellas, en distintas fechas, comenzando en septiembre y acabando en el mes de Diciembre. En nuestro caso concreto organizamos el viaje para probar en dos ciudades, eligiendo Vigo y Orense, pues en ambas ciudades coincidían del 27 al 31 de Octubre, fecha que nos fijamos para la visita.
La primera sorpresa, cuando comenzamos a planificar con más detalle, es que Orense se descuelga, estaba previsto del 27 de octubre al 11 de noviembre pero lo cambian para el 15 al 30 de noviembre. La mitad del viaje perdido, ya con hoteles reservados, cancelando otros compromisos, pero se anula la parte de Orense en tapas, haciendo un poco de turismo por la Ribeira Sacra, pero no es lo mismo.
Solamente nos queda Vigo. Partimos de que Galicia nos encanta, su clima, sus paisajes, sus gentes y como no, su cocina y sus productos alimenticios. No hay mejor lugar en el Mundo donde el marisco sea tan rico y variado, los percebes una maravilla, los bogavantes, las cigalas, los centollos, no hay comparación con nada, pero nos estamos saliendo del tema. Volvamos a las tapas de Vigo.
Vigo lo conocemos bien, muchos años, en la maravillosa playa de Samil donde hemos disfrutado muchos veranos, pero nos ha decepcionado en el tema de las tapas. Así lo decimos, tan categóricamente y tan claro, no nos esperábamos esto. No por el trato, maravilloso en todos los casos, nos lo podíamos tomar en la barra, en la mesa, en la terraza, donde quisiéramos. En algunos casos no hemos pedido bebida (o muy poca para 4 comensales), pero después de 2 tapas ya no tienes sed.
La experiencia comienza con unas ostras en la zona de la Piedra, entre semana (un jueves por la mañana), mes de Octubre, no hay mucho ambiente pero el suficiente para disfrutar de unas ostras. A continuación empezamos la ruta que nos hemos preparado, somos cuatro personas, nos marcamos cinco tapas por el entorno. Cada tapa cuesta 1,50 y la bebida aparte. Comenzamos por La Taza de Oro, un bar donde nos sirven una Carne a carreña, carne hervida y luego a la plancha con patatas fritas. Lo tomamos en la terraza.
Continuamos en otro local denominado El Amante, muy agradable, acogedor y tomamos en una mesa elevada unas fabes muy correctas, como siempre el servicio muy correcto. Bajando un poco de cuesta hasta el Puerto (Vigo tiene muchas cuestas), encontramos el siguiente destino, la Charra, donde en la terraza nos sirven la tapa presentada al concurso, denominada Charrito (patatas fritas, zorza y huevo de codorniz).
Nos dirigimos a la calle dos cesteiros, pues es típica para el tapeo. Nos decidimos a entrar en A Curuxa, donde en la contra-barra tomamos una tapa que consiste en arroz perfumado con sésamo negro y pescado en escabeche. Es lo más parecido a la tapa que nos habíamos imaginado que sería la norma. Pasamos por A Regueifa, pues fué la ganadora del año pasado pero no abre hasta por la tarde.
Finalizamos en A Retranca, donde también nos sirven una tapa un poco «montada», es decir, más trabajada, que consiste en una piruleta rellena de buey y cebreiro. El caldo que acompañaba quizás demasiado potente. Dado que ya llevábamos cinco tapas, decidimos finalizar con un postre. Y qué mejor que unas filloas rellenas de crema o nata, según los gustos.
Quizás no supimos elegir los establecimientos, quizás no fuímos a la hora correcta (de 12,30 a 14,30), quizás no debíamos haber imaginado otra cosa, pero así ha sido. Teníamos experiencia de otras poblaciones, con muchísimos menos habitantes, con muchísimos menos turismo donde las tapas eran atractivas, originales, deliciosas, que daban ganas de recorrer todos los bares. El resto de temas hosteleros maravilloso (siempre Basilio Toralla en la playa de Canido es nuestra salvación). ¡¡¡Qué cocina, que amabilidad, qué bien hacer!!!.
Estuvimos en... Pontevedra #carne #cebreiro #fabes #piruleta #tapas #zorza
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