La mesa de Conus una espera con ilusión (Vigo-PO)
Desde pequeños siempre tenemos fechas que esperamos con ilusión pues es muy bueno que así ocurra, disfrutar el presente pero con ilusión por el futuro. Cuando se pase este problema sanitario que tenemos en la actualidad nos hará mucha ilusión visitar este ¿restaurante?. Lo ponemos con interrogación porque solamente tiene una mesa, amplia, con asientos cómodos y donde vamos a disfrutar, mano a mano con Víctor Conus, inquieto chef que ha diseñado esta mesa que es la barra.
Hay quien dice que cocina “como los ángeles”… y no es su abuela. Ella ‘solo’ le inculcó el arte del buen comer y le sirvió de inspiración para dedicarse a esto. Víctor Conus (Barcelona, 1987) jugaba desde pequeño a cocinar, porque quería hacerlo como sus padres o sus abuelas, con quienes educó el paladar y descubrió su vocación.
Años después, aquel juego se hace realidad y Víctor abre su propio restaurante, La Mesa de Conus. Hasta llegar aquí, su formación comenzó con solo 16 años en Sevilla, en la Escuela de Hostelería Taberna del Alabardero, desde donde voló a la Costa Azul para trabajar con su primer mentor, David Gené en el Hotel Cavalière Sur Plage.
Más tarde fue jefe de partida en La Torre del Remei (Gerona), donde junto a Rafa de Valicourt aprendió a mimar el producto; pasó por Casa del Temple en Toledo; cocinó mano a mano con Xavier Pellicer y se empapó de la filosofía de su gran ídolo, Santi Santamaría, con quien compartió conversaciones sobre cocina. Su último trabajo ha sido como chef ejecutivo en el Catering Nuria Cervera de la ciudad pontevedresa donde por amor acaba echando raíces y aquí es donde ha decidido dar forma a este sueño con sello propio.
Ubicado enfrente del conocido Pazo de San Roque, La Mesa de Conus nace con la idea de evocar sus comidas familiares, donde se comía ‘lo que tocaba’. Él va a la plaza, elige lo mejor del día y lo sirve a quienes se sienten a la mesa… que serán pocos ¡pero con ganas! El restaurante tiene una barra única para unas 10 o 12 personas, que estarán bien cerca del chef, en la que se puede reservar solo, en pareja, con amigos o cerrarlo en grupo… que coincidirán -o no- con otros comensales ávidos de buen producto.
Precisamente esto es lo bonito de la experiencia: compartir con unos posibles desconocidos el amor por esta cocina ‘real’ y ‘de cerca’ y dejarse llevar por la maestría de Conus. Barra y sillas altas diseñadas a la medida en madera de castaño para la comodidad del cliente, y con el azul atlántico y el dorado como protagonistas de la decoración.
El menú depende del mercado, pero hay unos básicos que no cambian: siempre se arranca con Jamón ibérico de bellota Doña Lola -empresa de su familia-; se sigue por unas deliciosas Croquetas ‘de la Yaya’ -una receta que quita el sentido, también con su jamón-… y a partir de ahí, lo que traiga la marea, el huerto o la granja. En el entrante servirá cada día ingrediente de temporada (marisco, setas, verduras, legumbres…) y se pueden encontrar platos como Fabes de Lourenza con berberechos o Huevo de corral con patatas y pulpitos encebollados; el pescado dependerá de los faenadores y de la mar.
Cuando toque bacalao, con recetas como el confitado con arroz cremoso negro y alioli, ¡promete ser un espectáculo! En el pase de carne abundarán recetas con el cerdo ibérico de la casa -presa, pluma, lagarto, abanico, carrilleras…- pero también de ternera o pollo de corral, protagonizando platos como un Mar y montaña en con unas riquísimas cigalas… Para cerrar, con el postre siempre buscará el equilibrio entre el dulce y lo fresco, como en las Milhojas de fruta de la pasión con helado de chocolate.
En total, seis pases (y alguna sorpresa) que se pueden acompañar con una buena selección de vinos y cervezas especiales -pero nunca bebidas azucaradas-. El concepto está pensado para adultos -o niños mayores y ‘de buen paladar’- justamente porque hay oferta única y porque Víctor pone la hora de comer… ¡y hay que estar en la mesa!
Sí, La Mesa de Conus tiene hora de arranque en dos turnos: a las 14:30 para comer y a las 22:00 h. para cenar. Las plazas son muy limitadas, por lo que hay que reservar. El precio único de este cuidado menú es de 44 € por persona (bebidas aparte) y más allá de sentarse ‘a la mesa’, el espacio es un lugar ideal para celebrar eventos tipo cena-maridaje, presentación de productos, ham sessions, o comidas familiares o de empresa privadas hasta un máximo de 15 personas. Habrá que pasarse a descubrir las manos de este ‘ángel cocinero’. ¡A ver si resulta que el cielo va a estar en Vigo…!
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