ZARRACIN – EL SABOR MAS AUTENTICO DEL CANTABRICO (MADRID)

Escrito por: Equipo 26 octubre 2010 3 minutos

Un mar bravío, que ofrece una riqueza excepcional, tanto dentro del mismo con sus pescados y mariscos, como tierra adentro, con su ganadería y agricultura. El norte de España es un destino para recorrer, escuchar, tocar, sentir, oler y, por supuesto, saborear. Bañada por las salvajes aguas del Cantábrico, esta tierra, además, brinda magníficos productos que configuran una cocina sabrosa, natural y versátil.

En Madrid, una buena muestra de dicha riqueza es Zarracín (C/ San Bernardo, 106. Tel. 91 445 66 72 Madrid), que mantiene la esencia de las recetas de siempre, de esos platos sencillos que despiertan la admiración de propios y extraños.

Su carta, muy variada, propone entrantes ideales para compartir como Pimientos del piquillo rellenos de centollo o Almejas a la Sidra; y también ensaladas como la de Queso de cabra y cebolla caramelizada o la Templada de langostinos y setas. Entre los segundos, excelentes pescados, véase, Sapito a la parrilla o Merluza rellena de txangurro. El Arroz con foie y setas o las Alubias de Tolosa con berza y morcilla son otras de las especialidades más suculentas.

Tampoco faltan las carnes, selectas y en su punto justo gracias a la parrilla de carbón de encina, que preside la cocina y donde se prepara un exquisito Chuletón de buey. Y para dejar un gran sabor de boca, postres caseros como la Crema de arroz con helado de canela.

Por otro lado, en Zarracin existe una carta de noche, poco habitual en otros restaurantes que además de incluir estas propuestas, permite disfrutar de otras creaciones más ligeras entre las que destacan deliciosos Pinchos y Tostas. Además, cuentan con un Menú Degustación para dos personas por 48 €, con cuatro entradas, un segundo y un postre (IVA y bebidas no incluidos). Otra opción muy apetecible es el Menú Sidrería, disponible en almuerzos por tan sólo 35 € (IVA no incluido).

Sin olvidar que el restaurante cuenta con una sobresaliente carta de vinos con más de 70 referencias. De corte clásico, ofrece una selección muy cuidada de las D. O. de Rioja y Ribera de Duero así como otras pequeñas joyas del Priorato, Castilla y León, o Txomin Etxaintz, un Txakoli afrutado, fresco y con leves toques ahumados.

Otra elección más que recomendable es acompañar la comida con un vasito de sidra natural. Escanciada directamente desde su barril, es una de las señas de identidad del establecimiento.

En cuanto a la decoración, es cálida y acogedora. Predominan los tonos amarillos y anaranjados, que contrastan con la piedra de las paredes. Atractivo y espacioso, brinda la posibilidad de comer o cenar en un semi-reservado muy especial, con capacidad para 16 personas. En definitiva, un conjunto único en el que detenerse y recuperar, con sumo placer, la autenticidad culinaria del Norte.